Unos conocieron el bar en directo, in situ. Otros a través de la lectura del libro "Noches de BV80" de Valtueña. A muchos les suena por el tema "Negativo" de Bunbury (las noches del BV80 escapando a tocar...). También hay algunos que piensan que todavía existe. Sea como fuere, el bar BV80 vive. Es nuestro deseo que así sea. Por eso convocamos este concurso. ¡Échale imaginación y participa!

lunes, 31 de diciembre de 2012

10. Dónde está la gracia de oler bragas limpias o las drogas blandas no hacen llorar


Una noche en el BV80 con Fernando Arrabal
Autor: Capo Carroñeri
Subtítulo: Dónde está la gracia de oler bragas limpias o las drogas blandas no hacen llorar

Cómo había llegado esa hermosa Olivetti Eléctrica Retro Savage Style al BV80, un tugurio donde administran legal y prosódicamente alcohol, poco importaba. Yo siempre había codiciado una similar donde pasarme horas y horas tecleando mierda inmortal, martirizando a mis vecinos tolerantes, sin embargo, para con el Genio.

9. Siete wiskis para la mesa cuatro


Una noche en el BV80 con Fernando Arrabal
Autor: Claudia Muñoz [Colombia]
Subtítulo: Siete wiskis para la mesa cuatro

En ese entonces todo pasaba por los ojos de Arrabal. Joaquin me dijo que no podía hacer nada sin que el texto no estuviera abalado por alguien. No tuve otra salida que llevarle el texto a la espera de un gesto mal articulado de mediana aprobación. Llegué al bar cuando apenas comenzaba la tarde. La cerveza se calentó, vi como la espuma se evaporaba en la densidad de la música.

8. ¡Inaccesible para los demás!


Una noche en el BV80 con Fernando Arrabal
Autor: Cala Nevado Cerro
Subtítulo: ¡Inaccesible para los demás!

Teresa, escuché de pronto en la puerta de entrada; como es mi nombre; me gire hacia la derecha al escucharlo. La voz venia de allí, estaba segura pero, por ese lado nadie parecía mirarme, tampoco me saludaban moviendo la mano o haciendo algún gesto. Llamaran a otra, pensé, y terminé de entrar en el BV80.

7. Una noche ideal


Una noche en el BV80 con Fernando Arrabal
Autor: Carlos Enrique Rodrigo López
Subtítulo: Una noche ideal

La jornada en la oficina había sido gris y aburrida. El día era plomizo y hacía un frío de perros. A fin de cuentas era 23 de febrero; y si te parece no iba a hacer frío en Zaragoza un 23 de febrero. No había llegado a la puerta del BV80 cuando ya había olvidado lo que había hecho hasta las tres y media. Días sin huella, pensé, entendiendo de golpe la peli de Billy Wilder que había visto la noche anterior en la filmoteca.